Introducción
Una cámara térmica, termográfica o también conocida como cámara infrarroja, es un dispositivo que permite capturar imágenes basadas en la radiación infrarroja emitida por todos los objetos de cierta densidad que tienen una temperatura por encima del «cero absoluto», es decir, 0 kelvin (o lo que es lo mismo, -273,15 ºC). Estas cámaras se utilizan en diversas aplicaciones, como la industria, la medicina y la seguridad. En esta entrada, me centraré por encima sobre su uso en el campo de las contramedidas técnicas. El funcionamiento y el resultado de usar estos dispositivos, groso modo, se produce gracias a:
- Emisión de radiación infrarroja: Los objetos físicos (los que tienen cierta densidad) emiten radiación infrarroja en función de su temperatura y su emisividad térmica (hablo un poco por encima del concepto de «emisividad térmica en el siguiente punto). Cuanto más caliente esté un objeto, más radiación infrarroja emitirá. La cámara termográfica detecta esta radiación y la transforma en una imagen que el técnico en termografía puede interpretar, guardar o imprimir en papel para su posterior análisis.
- Sensor de infrarrojos: La cámara termográfica está equipada con un sensor de infrarrojos que capta y detecta la radiación térmica en un rango específico de longitudes de onda. Este sensor es altamente sensible y puede detectar pequeñas diferencias de temperatura.
- Procesamiento de imagen: Una vez que el sensor detecta la radiación infrarroja, la cámara procesa esta información y crea una imagen térmica en tiempo real. En esta imagen, los objetos más cálidos aparecen más brillantes y los más fríos, más oscuros.
- Colores y escalas: Las cámaras termográficas a menudo asignan colores a diferentes temperaturas en la imagen, lo que facilita la interpretación de los datos. Por ejemplo, se puede utilizar una escala de colores que va desde el azul (frío) hasta el rojo o blanco (caliente). Cada pixel de la imagen generada, en función de la escala de temperatura empleada, representa un valor de temperatura.
Sus aplicaciones normales suele ser la detección de fugas de calor en edificios para mejorar la eficiencia energética, el diagnóstico médico para identificar problemas de salud a través de la termografía médica, el mantenimiento predictivo en la industria para prevenir fallas en equipos eléctricos, y en aplicaciones de seguridad para la detección de personas o vehículos en la oscuridad. En el caso concreto de las contramedidas técnicas se emplean para detectar dispositivos electrónicos en servicio que se encuentren ocultos, gracias a que la eficiencia energética de la mayoría de dispositivos, por modernos que sean, no suelen superar el 50%, lo cual se traduce en emisión de calor y un impacto en la huella térmica del entorno en el que se encuentran escondidos.
Emisividad térmica
La emisividad térmica (antiguamente denominada «emitancia») es un concepto que describe la capacidad de un objeto para emitir radiación térmica en función de su temperatura. Es un factor crítico y fundamental en aplicaciones de termografía y puede variar según el material y la superficie del objeto. La comprensión de la emisividad es esencial para obtener mediciones precisas de temperatura en situaciones donde se utilizan cámaras termográficas y otras tecnologías de detección de infrarrojos. Se expresa como un valor numérico entre 0 y 1, donde 0 representa una superficie perfectamente reflectante que no emite radiación térmica y 1 representa una superficie perfectamente emisiva que emite toda la radiación térmica posible a su temperatura. El Valor usual para la emisividad térmica de los objetos usuales que nos rodean en nuestra vida cotidiana, con carácter general, se suele asumir que están dentro de una media de 0,95.
Su uso en seguridad técnica
Estas cámaras se utilizan para identificar equipos electrónicos ocultos, dispositivos de grabación y otros dispositivos de espionaje que generan calor o emiten radiación térmica. Como ya comentábamos antes, los dispositivos electrónicos tienen una eficiencia energética muy pobre y casi la mitad de la energía que necesitan para funcionar se termina traduciendo en emisión de calor. A continuación, se presentan algunos usos de las cámaras termográficas en el campo de las contramedidas técnicas (TSCM):
- Detección de dispositivos ocultos: Las cámaras termográficas pueden revelar la presencia de dispositivos electrónicos ocultos, como micrófonos, cámaras y dispositivos de seguimiento, que generan calor cuando están en funcionamiento. Esto permite a los especialistas en TSCM identificar áreas sospechosas que requieren una inspección más detallada.
- Búsqueda de cables y conexiones: Los dispositivos de escucha a menudo requieren cables de alimentación o conexiones eléctricas para funcionar. Las cámaras termográficas pueden ayudar a identificar cables o conexiones sospechosas que podrían llevar a la ubicación de un dispositivo oculto.
- Inspección de sistemas de HVAC: Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) pueden utilizarse para ocultar dispositivos de escucha. Las cámaras termográficas pueden detectar anomalías en estos sistemas, como componentes calientes inusuales, que podrían indicar la presencia de dispositivos no autorizados.
- Evaluación de paredes y techos: Las cámaras termográficas pueden mostrar diferencias de temperatura en las paredes y techos, lo que podría indicar la presencia de cavidades o dispositivos ocultos detrás de ellos.
- Identificación de áreas vulnerables: Al realizar una inspección en busca de dispositivos de escucha, las cámaras termográficas pueden ayudar a los especialistas en contramedidas técnicas a identificar áreas específicas que podrían ser vulnerables a la vigilancia electrónica y que requieren medidas adicionales de seguridad.
- Evaluación de habitaciones y vehículos: Las cámaras termográficas son útiles para inspeccionar habitaciones, vehículos y otros espacios donde se sospecha la presencia de dispositivos de escucha. Pueden detectar fuentes de calor inusuales o dispositivos electrónicos ocultos.
Conclusión
Disponer de un dispositivo de este tipo y hacer un uso correcto del mismo es uno de los recursos imprescindibles cuando se llevan a cabo auditorías de seguridad técnica en búsqueda de dispositivos de captación de sonidos o imágenes ocultos. Estos aparatos nos pueden hacer «ver» lo invisible, es decir, cualquier anomalía en la huella térmica del entorno que pudiera indicar la presencia oculta de un dispositivo electrónico en servicio, debido a que todos los equipos electrónicos irradian calor cuando están en funcionamiento. Es una de las técnicas en las que se puede llevar a cabo una inspección física no alarmante y sin contacto físico, ni ruido, ni producción de posibles interferencias en aparatos electrónicos que pudieran estar presentes en el escenario.
Fuentes:
Radiación Infrarroja (Wikipedia): https://es.wikipedia.org/wiki/Radiaci%C3%B3n_infrarroja
Termografía (Wikipedia): https://es.wikipedia.org/wiki/Termograf%C3%ADa
Emisividad (Wikipedia): https://es.wikipedia.org/wiki/Emisividad