En esta entrada voy a hacer un breve repaso a algunos dispositivos y técnicas utilizados cuando se lleva a cabo una auditoría TSCM y espero arrojar un poco de luz sobre el tema y, sobre todo, dejar bien claro que no sólo es un aparato mágico que detecta todo, sino un conjunto de dispositivos tecnológicos, técnicas y pericias adquiridas a través de años de experiencia.

Introducción.

A veces, cuando se recibe la llamada de un cliente solicitando servicios de barridos electrónicos, microfónicos, ambientales etc. nos hacen alusión a la misma expresión: «…. Y pasáis «ese» aparato que soléis pasar para detectar micrófonos» … Como si fuera sólo un aparato nada más y nada menos. Así, sencillo y fácil. Pues bien, es un error bastante común, puesto que no se trata de un solo dispositivo mágico con el que se detecta todo tipo de artefactos de origen técnico. Ojalá fuera así, pero no es el caso. La realidad es que hay que transportar maletas y maletas muy pesadas, repletas de equipamiento muy costoso y delicado.

¿Cuál es la realidad?

La realidad es bien diferente y, es que, para localizar dispositivos electrónicos escondidos se deben detectar las «sombras» o «rastros» que ellos mismos proyectan de una manera u otra y este tipo de sombras o rastros son de muy diferente naturaleza. Cada tipo de dispositivo y cada técnica de ocultación, requiere una técnica, un aparato y un entrenamiento específico para encontrarlo. Este artículo no pretende ser un compendio de técnicas y dispositivos, pero es un acercamiento lo suficientemente claro como para poder hacerse una idea.

Lo primero de todo: están escondidos.

Ya bien sea en molduras, muebles, puertas u otro tipo de mobiliario estático es necesario saber si se ha tenido que llevar a cabo algún tipo de obra y disimularla o rellenarla con posterioridad para esconder su presencia. Si, estás leyendo bien. Hay veces que cuando se dispone de tiempo para la instalación, se hace una pequeña obra, se vuelve a dejar todo como estaba (pintando la pared o rellenado en mueble de turno con algún tipo de material tipo masilla y eso hay que saber verlo o detectarlo. Ahí es donde entra lo más sencillo: la luz UV de banda de 600 nm. y la correspondiente protección ocular para filtrar dicha radiación lumínica. Con «luz negra» se pueden apreciar en pareces, techos, molduras y muebles de madera si se han realizado modificaciones o retoques que indiquen que algo se ha manipulado, sin que esto implique necesariamente la presencia en su interior de algún tipo de dispositivo «extraño». También puede ocurrir que se escondan en aperturas «naturales» de viviendas y vehículos, como tomas de electricidad, rejillas de ventilación o tomas/salidas de aires acondicionados, donde pasan totalmente desapercibidos al ojo humano. En estos casos, es necesario disponer de un Boroscopio o de cámara endoscópica para poner introducir una pequeña cámara articulada y poder observar los interiores de esas pequeñas aperturas.

Todo es energía

Ya bien sea en forma de radiofrecuencia, luz (un tipo de radiofrecuencia de muy alta frecuencia y potencia, tanto que hasta el ojo humano puede verla), campos magnéticos estáticos o producidos por una corriente circulando a través de una espira de metal. Todo se puede considerar energía y cada tipo de energía, según sea su naturaleza tiene también una técnica y un dispositivo diseñado específicamente para detectar trazas o presencias de dichas energías.

Energía electromagnética:

Quizá la más clásica, pero no la única. La información se puede transmitir a través de ondas de radio e, incluso, de luz (visible o invisible), que también es un tipo de radiación electromagnética de muy alta frecuencia. Las ondas de radio se pueden detectar en su campo cercano o en su campo lejano. En el campo cercano se utilizan pequeños detectores de mano de tipo superheterodinos, clásico entre los clásicos de las tiendas del espía. Sólo facilitan información acerca de la presencia de ondas de radio y muestran la intensidad en una escala de lucecitas. Cuantas más lucecitas, más grande es el campo electromagnético y, por lo tanto, más cerca se está del aparato emisor. Por otro lado, tenemos el campo lejano. Para este tipo de mediciones se hace uso en las auditorías de analizadores de espectro profesionales, los cuáles muestran de forma gráfica todo el rango de frecuencia que son capaces de abarcar y las señales que va captando en forma de picos. La ventaja de este tipo de equipos es que se puede comparar una «foto» del espectro en el exterior de las instalaciones y luego comparar esa «foto» con otra tomada en el interior de las instalaciones y comprobar qué es lo que ha cambiado. De ahí se obtienen indicios sobre posibles dispositivos y la frecuencia a las que trabajan.

Luz visible o «invisible»

Otra forma de transmitir (o mejor dicho, «exfiltrar» información) es por medio de luz, que, debidamente modulada, puede utilizarse para transmitir información hacia la posición del atacante. Los ataques que usan un vector de transmisión lumínico necesitan ser detectados con otro tipo de dispositivos y sensores que puedan captar la luz y demodular y descifrar si contiene algún tipo de información.

Campos magnéticos «dinámicos»

Uno de los casos más raros de transmisión de información es el hacerlo mediante transmisión vía campos magnéticos. Este tipo de técnica, es una forma muy poco eficiente si el atacante se quiere posicionar en un punto alejado del equipo transmisor de información, pero hasta tres metros de separación, dichos campos son capaces de atravesar casi cualquier tipo de material imaginable con unos niveles de eficiencia increíblemente buenos.

Campos magnéticos «estáticos»

En estos casos estamos hablando de imanes de cierto poder de adherencia. Muchos dispositivos, sobre todos los que están diseñados para ser instalados de forma rápida, tienen como medio principal de colocación y fijación imanes de neodimio. Este suele ser el caso de los dispositivos de seguimiento (y, a veces, de escucha) que se suelen colora en los vehículos, ya que estos están repletos de partes metálicas donde pueden ser fácilmente adosados desde el exterior, sin tener acceso al interior del vehículo. En estos casos, existen detectores que disponen de sensores para imanes y que indican de forma sonora y/o visual la presencia de un campo magnético que provenga de un imán. Dicha presencia puede ser indicador de la existencia de un dispositivo ajeno a la estructura normal de una estructura metálica.

…Y lo más importante…

5.- Energía calorífica

La mayoría de aparatos tecnológicos desprenden calor cuando están en servicio. Hasta el aparato más sofisticado suele tener, aproximadamente, un 50% de eficiencia energética. El resto se «desperdicia» y se emite en forma de calor hacia el exterior. Dicho calor se puede detectar mediante el uso de cámaras termográficas. Cualquier anomalía térmica en una pared, un mueble o un vehículo nos indica muchas cosas, entre ellas la presencia de un aparato electrónico en funcionamiento que no se puede ver a simple vista por estar tras una pared, un mueble o dentro de algún objeto de uso cotidiano.

Conclusión

Sin haber entrado en demasiados detalles (si no esto sería para escribir una enciclopedia entera) es necesario un aparataje bastante curioso, voluminoso, caro y delicado, que se podría resumir en los siguientes equipamientos. Me estoy dejando muchísimos dispositivos más en el tintero, especializados en detectar «cosas» concretas», pero en resumen, serían:

• Lámpara de luz UV y protección ocular
• Boroscopio
• Detector superheterodino de radiofrecuencia
• Analizador de espectro de RF
• Cámara Termográfica
• Sondas para detectar filtraciones de luz
• Sondas para detectar filtraciones por campos electromagnéticos
• Detectores de campos magnéticos estáticos.

….Y para otra entrada dejaré la explicación del dispositivo estrella del contraespionaje. El famoso «detector de uniones no lineales» o como se le conoce en el oficio…. La «escoba», que permite detectar cualquier aparato moderno electrónico, esté en servicio o no.